Enoturismo: un sector en auge con retos por delante

La semana pasada fue realmente intensa a nivel de formaciones, el Club de Marketing de La Rioja tuvo la amabilidad de invitarnos a la Jornada que bajo el título “Enoturismo Actual, Diferente y Rentable” entre todos los asistentes (Maria Baro Ministral , Josep Serra Pla y Carlos Cendra Cruz) analizamos donde estamos y donde podríamos estar si realmente nos lo propusiéramos como destino turístico.

En mi presentación hablé de mis comienzos y de mi trayectoria profesional, con más de cuarenta años de experiencia en el sector ya puedo tener una perspectiva de mi pasado y sin ningún género de dudas puedo afirmar que siempre me ha tocado abrir caminos inexplorados, ya en 1999 cuando me nombraron director de nuevos productos en Ultramar Express y tomar las riendas de su web fui tildado de iluminado cuando fuimos los primeros en tener un catálogo dedicado a los cruceros de lujo, me calificaron de loco porque algún compañero afirmó que los cruceros jamás serían un producto masivo, ni se venderían por Internet, fuimos la primera agencia on line en tener todo una base de datos en nuestra web, no sé si eso hizo que nuestro webmaster fuese el CEO de Logitravel durante muchos años y que hoy en día disfruten de sus vacaciones más de 600.000 españoles en este medio, también me criticaron hasta la saciedad cuando conseguí que se firmara un acuerdo de “fullfillment” con eDreams, lo de la venta de viajes en Internet muchos lo veían como una moda pasajera, también fueron los mismos que se negaron a adquirir Marsans algo que hubiera supuesto bajo mi punto de vista, único directivo que lo defendió en aquellos entonces, un aterrizaje plácido para Tui centro de viajes.

Desde el 2004 dedico mis esfuerzos a desarrollar el turismo gastronómico donde también fuimos pioneros junto a mi socia, todo el mundo nos veía como unos jóvenes “raros”, quizás por eso eran pocos los que nos entendían, siempre pensamos que éramos nosotros los que nos explicábamos mal. Los restaurantes nos decían que para qué tenían que abrir a las 6 de la tarde para hacer tapas si a esas horas nadie paseaba por las calles de Barcelona ni había clientes para eso, llegamos a mover cerca de 10.000 personas en Barcelona, también fuimos unos extraños cuando propusimos a los bodegueros del Penedès tener su propio Bus Turístico, un producto que les ayudara a posicionarse en un destino como la ciudad condal, hoy un modelo similar centrado en una sola bodega mueve cerca de 100.000 pasajeros al año y nació pocos años más tarde de nuestra propuesta al Penedés.

Es verdad, estábamos locos, pero el tiempo nos acabó dando la razón. He llegado que debo ser como el Dry Martini, agitado o agitador. En fin, sea como fuere agua pasada, no mueve molino, está claro, pero la jornada en Logroño trató de aportar luz.

Sin datos, algo que los amantes del marketing siempre nos han gustado analizar, es muy difícil poder tomar decisiones y los datos son contundentes, estamos en un mercado de tendencia, pero si observamos los resultados propios y los ajenos estamos muy lejos de nuestras posibilidades, lamentablemente.

Tenemos un problema, y serio, si realmente y como muchos expertos predicen llegamos como país a los 100 millones de turistas y más cuando algunos estudios, antiguos ya, predicen que el 85% de la población mundial habitará en las ciudades.

Si como otros estudios afirman, todos aquellos pueblos que se han dedicado al mundo del vino han conseguido frenar su despoblación entiendo que es acuciante poner medidas para conseguir armonizar todo este desequilibrio económico y territorial y más cuando parece que todo apunta a una disminución en los consumos de vino y especialmente del vino tinto, del cual nuestro país ha sido unos de los principales productores a nivel mundial.

Es cierto que el enoturismo es un sector parco en ofrecer cifras y cifras que sean reales, como afirmaba mi amigo Lluís Tolosa , un negocio que no se puede medir, no es negocio, a pesar de los pesares, hoy en día hay muchos datos y todos ellos pueden dibujarnos trazos que nos permitan cambiar escenarios que nos parecen pueden ser perniciosos para todos.

Debemos plantearnos cosas, y tal vez la primera es si haciendo las cosas como las hemos hecho hasta ahora es lo más prudente, los datos son reveladores y más cuando los comparamos con países similares al nuestro. De los 85 millones de turistas que visitan nuestro país, más los turistas nacionales, solo unos 3 millones, más o menos visitan bodegas, estamos hablando de un misero 2,5% aproximadamente.

No es de extrañar si vemos que nuestro país está a la cola de las recomendaciones, según el estudio de Vivential Value, solo un 12% de los turistas recomienda la visita, frente al 25% que si lo recomiendan en Francia o en Italia y eso que el nivel de satisfacción es muy alto, quizás deberíamos analizar más que tipos de turistas nos visitan sobre todo si miramos el éxito que tuvo este tweet de los humoristas Pantomima.

Las cifras parecen elocuentes, pero ¿son las adecuadas?

Si las analizamos detenidamente parece que tenemos un problema, en especial cuando nuestros destinos maduros están saturados, y cuando los territorios despoblados en su mayoría no están a una hora y media de distancia de los mismos, distancia más que razonables para turistas extranjeros que están acostumbrados a recorrer estas distancias para ir diariamente a trabajar. Debemos esponjarlo como bien afirma nuestro Co. Jose Antonio Donaire

Cuando doy formación siempre pregunto cuántos bodegueros hay en la sala, realmente son asistentes escasos, quizás sea yo el problema, que no tengo poco que contarles, pero siempre ha sido una bofetada de realismo.

Tengo la sensación de que hay un interés escaso en debatir o mejorar, lo entiendo, en general parece que todo el mundo está satisfecho con los resultados, entonces porque hacer tanta formación, ¿son fruto de un descontento o de una realidad no suficientemente satisfecha?

No me sorprendería porque a veces las cifras también esconden lecturas incómodas si no se aterrizan como es necesario. Muchos de los grandes éxitos de visitas están concentrados en muy pocas bodegas, con lo que se pone de manifiesto que el problema es para la inmensa mayoría de empresas que siguen sin apostar, por lo que parece un buen salvavidas.

Que no hagan nada por resolverlo nos parece una pena, la verdad, porque están ante una ventana de oportunidad como en pocas ocasiones se han abierto y es una ventana que si no se aprovecha puede ser un problema para toda la sociedad.

Como llevo defendiendo desde hace ya unos meses, debemos gestionar el turismo, y sin una mirada holística y global difícilmente podremos sanarlo.

Tenemos muchos problemas, pero tengo la sensación de que continuamos haciendo las cosas de la misma manera y eso, amigos, como dijo Einstein es una locura… debemos reaccionar si no me temo que lo lamentaremos cuando sea demasiado tarde y todo ese atractivo que tenemos hoy haya caído por la decadencia del paso del tiempo sin que hayamos hecho nada, porque “ya nos iba bien”, deberíamos apostar porque nos fuera mejor, mucho mejor. Como dicen los deportistas, lo importante no es llegar es mantenerse en el podio y a poder ser durante muchos años.

Hoy invito al debate para reflexionar ¿Por qué el turismo del vino tiene un crecimiento por debajo de la media? ¿Qué hemos hecho mal? ¿Los productos no son los adecuados? ¿No atendemos a los turistas apropiados? ¿La promoción es la correcta? ¿Los empresarios quieren recibir turistas?

Os dejo mis apuntes por si os pueden resultar inspiradores

Y los dos apuntes finales que hice al finalizar la charla

y un pequeño reportaje de Televisión Española sobre las mismas

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