En Oller del Más, disfruté poniendo en valor la arraigada tradición catalana del «Hereu»[i], una figura arcaica que ayuda a explicar la situación social y económica actual de nuestro país. Es un sistema de origen medieval, pero aún vigente en las familias con un linaje muy arraigado en nuestro territorio, familias que buscan preservar no solo su patrimonio, sino también el legado del buen nombre familiar.
Esta responsabilidad supone un peso considerable sobre quien recae, sea Hereu o Pubilla[i]. Implica honrar la labor de los ancestros y tener el firme deseo de dejar un futuro para las generaciones venideras, educarlas en los valores y principios que permitan continuar con esa labor crucial para todos, por los siglos de los siglos.
En una de las visitas que realizaba al castillo y a su bodega, una joven expresó en voz alta el temor, parece que fundado[ii], de que su generación sería la primera que vivirían peor que las de sus antepasados. La situación actual plantea serias dudas y es innegable el arduo esfuerzo que nuestros predecesores realizaron para proporcionarnos la calidad de vida de la que hoy disfrutamos, sin ellos y sus anhelos nuestro bienestar distaría de ser el que es hoy en día, a pesar de los pesares.
Recordé inevitablemente las duras experiencias de mis padres: mi padre, un jiennense analfabeto, desde los cuatro años buscando sustento para sus cinco hermanos, mientras mi abuelo ejercía las funciones de patriarca, viendo como sus hijos mayores se deslomaban por la familia. Mi madre, soriana ella, a los catorce años, tuvo que dejar su casa porque no podían dar de comer a todos sus miembros. Se tuvo que ir a trabajar lejos de su familia. Los recuerdo trabajando con todo su ahínco para proporcionarnos la mejor vida posible.
El futuro parece más incierto, pero ¿realmente lo es más que en otras épocas? Quizás nuestras comodidades nos han llevado a descuidar el legado de preservar la tierra heredada de nuestros hijos y sin esa voluntad hablar de sostenibilidad carece de sentido.
La ley universal del aprendizaje nos dice que: “toda persona, toda institución, toda sociedad para sobrevivir necesita aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia el entorno y si quiere progresar debe aprender a más velocidad”[ii] los tiempos que vivimos nos indican que el entorno está evolucionando mucho más rápidamente que nosotros y a veces el ruido ensordecedor de la información a nuestro alcance nos abotarga, nos hastía, a veces nos ciega, las más nos distrae de lo que realmente nos puede ayudar a sobrevivir en un mundo igual de cambiante que en otras épocas, pero que simplemente ha multiplicado por mucho la aceleración de esos cambios.
No hace muchos días leía un hilo de Dani Sánchez Crespo[iii] el cual nos invitaba a hacer nuestro quehacer diario de la mejor manera posible para así intentar dejar un mundo un poquito mejor de lo que lo hemos encontrado, nos invitaba a disfrutar del poso que dejamos a los demás, aunque a veces no lo percibamos. Seguro lo estamos dejando.
Solo si lo hacemos lo mejor posible, dejaremos huella, trascenderemos. Destaco una frase que me conmovió: “Nuestra vida es nuestra y a la vez no lo es. Nuestra vida es, en parte, para contribuir a ese gran hormiguero que somos todos”, de lo que se trata es de “ir dejando semillas que, poco a poco, generen cambio positivo”, de lo que se trata es de dejar huella. Nadie nace pensando en que nuestra misión es trascender, pero en el fondo es a lo que venimos a este mundo, sino nuestra especie no sobrevivirá, es por eso por lo que hoy acudo al consejo 508 del libro “Life’s Little Instruction Book” que recomienda: “Sé el héroe de alguien”.
Nuestra vida, nuestro ego no sirven de nada si es solo para nosotros, lo útil es que sirva de guía a otros y para eso es necesario ser generosos,“sencillamente, sin generosidad es imposible crecer haciendo crecer a los demás”[iv].
A veces pienso que muchos de nuestros males actuales vienen de que muchos no quieren aceptar su responsabilidad, no pueden existir héroes sin la aceptación de la misma, en todos y cada uno de nuestros ámbitos.
No deberíamos renunciar al privilegio de intentar hacer un mundo mejor porque quizás llegue un momento en que esa irresponsabilidad nos haga sucumbir en una decadencia que alimente la mediocridad.
Como escribía Genís Roca[v]:“se trata de que la sociedad esté dispuesta a hacer mejor las cosas, y el reto no es explicar qué se puede conseguir, sino averiguar si cada uno está dispuesto a hacer las cosas de otra manera (…) estamos hablando de actualizarnos, de revisar lo que hacemos y ponernos al día, con o sin tecnología. De espabilar” y añade: “No conozco a nadie serio que disfrute cambiando, así que el reto es convencer de la necesidad de cambiar. Las personas normales tienen cierta resistencia al cambio porque cambiar provoca incertidumbre, incomodidad y riesgo. Aceptar que hay que hacer las cosas de una manera diferente a cómo las haces, sin tener la certeza de si sabrás hacerlo bien o si el resultado será el esperado, y sin saber a ciencia cierta si quien te propone los cambios sabe realmente lo que está haciendo. Cambiar es complicado, y lo normal es que nos haga dudar”.
La mayoría de la gente normal no cambia porque quiere, sino porque se ve obligada y creo que todos coincidiremos que lo mejor es cambiar cuando las cosas van bien que cuando lo tienes que hacer a la desesperada.
“Las personas normales cambiamos básicamente por tres grandes razones: por miedo, por ilusión o por responsabilidad. (…) No se gestionan igual los cambios provocados por el miedo que los cambios provocados por la ilusión o la responsabilidad”.
El verdadero motor del cambio es la necesidad, por eso hoy que revisamos el año y preparamos el siguiente es un buen momento para desearos que un año más os esforcéis, el mundo os lo agradecerá y vuestros admiradores, os estarán eternamente agradecidos, no tengáis dudas, vuestros esfuerzos tendrán su merecida recompensa.
Jean Jaques Rousseau dijo: «La igualdad de la riqueza debe consistir en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse». Creemos que, comunicándonos más, hablando entre nosotros, compartiendo conocimiento, lo conseguiremos. Los expertos dicen que un cerebro funciona mejor cuantas más conexiones crea. Los humanos somos mejores cuantas más conexiones hacemos, por eso en Colmenero & Co trabajamos para interconexionar más y mejor.
Nos vemos pronto, si queréis ser agentes del cambio.
!! Feliz año nuevo¡¡!
¡Deseamos que sean realmente próspero y fructífero!
[i] https://ca.wikipedia.org/wiki/Hereu
[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Pubilla
[ii] https://www.instagram.com/reel/C02VzpHts39/
[iii] https://twitter.com/daninovarama/status/1735525295275253899?s=51
[iv] https://twitter.com/encarna_guillen/status/1736326675103658317?s=51
[v] https://www-lavanguardia-com.cdn.ampproject.org/c/s/www.lavanguardia.com/opinion/20231207/9431522/hay-digitalizar-hay-espabilar.amp.html
[vi][ https://es.wikipedia.org/wiki/Ralph_W
[ii] https://www.xataka.com/magnet/cada-nueva-generacion-tiene-dificil-superar-riqueza-sus-padres-este-grafico-ilustra
[iii] https://www.vitalcoachingbarcelona.com/tu-mente-crea-tu-realidad-y-entrevista-al-dr-joe-dispenza/?gclid=CjwKCAiAs6-sBhBmEiwA1Nl8s-en5hHwbW4NM3oLcIw3zG3Hm7GYVVKBdMA5hofxM_sLaGDHzZ0s6hoCDzAQAvD_BwE
Foto cedida por Sara Pérez – Venus la Universal
