Ayer tuve el privilegio de asistir a un encuentro del Cercle de Turisme de la Diputació de Barcelona, celebrado en Vilafranca del Penedés. Fue fascinante observar cómo el estudio llevado a cabo por Vivential Value desnudaba ante nuestros ojos la realidad de la oferta turística de la provincia comercializada en los principales portales internacionales.
El diagnóstico fue claro: nos falta diversidad. La concentración, no solo en las propuestas sino también en los actores que las llevan a cabo, se hizo evidente. Esa homogeneidad, lejos de ser una fortaleza, corre el riesgo de volver nuestras propuestas invisibles para los mercados.
También quedó patente otro desafío: una desconexión preocupante entre los actores locales y las necesidades de quienes comercializan esas experiencias. Sin embargo, hubo un rayo de esperanza. Aquellos que llevan años trabajando de manera excelente en este ámbito destacaron en el análisis y nos mostraron un camino claro a seguir. Un ejemplo que, con humildad, podemos replicar.
Ayer, más que nunca, entendí el poder de nuestra “colmena turística” y el papel esencial de sus abejas. El deseo de producir “miel” para nuestro sector no es una utopía. Es posible y, más aún, es necesario.
Como si el destino quisiera reforzar este mensaje, hoy me encontré por casualidad con un artículo que escribí hace tiempo y que fue publicado originalmente en catalán en la revista digital La Conca 5.1. Lo he traducido porque sigue siendo vigente y creo que puede aportar reflexiones valiosas para quienes deseamos redirigir el rumbo del turismo.
Os invito a leerlo y, sobre todo, a reflexionar sobre cómo podemos contribuir a este cambio:
➡️ La potencia de los ecosistemas, turísticamente hablando
Espero que lo disfrutéis y, sobre todo, que os inspire. ¡El cambio está en nuestras manos! 🌟
«El pasado 3 de diciembre tuve el honor de participar en una mesa redonda organizada por la Diputación de Barcelona sobre “La sostenibilidad como herramienta de marketing para los negocios turísticos”.
La verdad es que se hizo corta, principalmente porque el tema da mucho de sí y porque lo realmente importante en estos casos no es la experiencia individual, sino la experiencia colectiva y el resultado final. Eso es lo que todos deseamos: que nuestros hijos tengan un futuro mucho mejor.
Antes de mi intervención, publiqué este tuit en mi cuenta personal:
https://x.com/manelcolmenero/status/1201780178004959233
Esta frase la extraje de una lectura [1] que encontré muy interesante sobre el Drucker Forum 2019 celebrado en Viena. En ese evento se discutió la necesidad de fortalecer los ecosistemas como un baluarte inexpugnable ante los posibles ataques que nuestras destinaciones y empresas sufren debido al fenómeno de la globalización.
Me hizo reflexionar mucho, y recordé algo que me contaron durante mi primera visita a Albet i Noya, alrededor de 2005. Nos explicaron las dificultades que enfrentaron al convertirse en una bodega ecológica cuando nadie más lo era. Es fácil entenderlo: es muy difícil practicar la ecología cuando tus vecinos no lo hacen. Todos los insectos vienen a tu casa porque allí no se sienten amenazados por las “armas de destrucción masiva” que representan los productos químicos de los alrededores. Por lo tanto, tener conciencia ecológica supone un coste muy elevado cuando los demás no la tienen.
En Ocio Vital llevamos tiempo trabajando en la gamificación de todas las actividades [2] que diseñamos, y también queremos sistematizar las que creemos en el futuro. Pensamos que es el camino adecuado porque el turismo es, a fin de cuentas, una parte más de la industria del ocio. Hace poco asistimos a una Game Jam [3] en Terrassa, y la experiencia fue sumamente enriquecedora. Fuimos testigos del potencial de la metodología y del poder que tiene construir ecosistemas alrededor de una problemática común. Las soluciones que se plantearon eran muy creativas, potentes y con muchas posibilidades de satisfacer a un gran número de personas. El secreto fue reunir talentos diversos y perspectivas distintas alrededor de un tema que nos preocupa a todos.
Ese mismo día realizamos una visita de inspección a un parque natural gestionado por una entidad pública donde queremos desarrollar actividades de responsabilidad social corporativa [4]. Es fundamental preverlas para poder ofrecerlas en el formato más adecuado para el cliente. Estas actividades nos parecen una oportunidad de oro para combatir la perniciosa turismofobia. De hecho, las consideramos una manera de crear productos innovadores, sostenibles y responsables, aprovechando de forma atractiva el talento y los esfuerzos de todos los actores que formamos parte del ecosistema. Es sumar esfuerzos y talentos para multiplicar resultados.
El 2019 ha sido un año poliédrico, como el turismo [5], con muchas aristas, irregular, ideal para líderes que quieran poner a prueba sus habilidades en entornos V.U.C.A. [6] (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos). Un año para aprender y reflexionar.
Un año para preguntarnos por qué, en momentos como los actuales, en los que los consumidores demandan, según el neuromarketing [7], marcas emocionantes y productos con carácter, seguimos haciendo lo mismo de siempre: trabajar sin visión de conjunto, sin visión integral, sin unir talentos ni esfuerzos.
El sector turístico es un ecosistema, y como todos los ecosistemas, necesita equilibrio [8], un equilibrio que debemos mantener entre todos los miembros, apoyándonos mutuamente. En los ecosistemas empresariales actuales, las ventas no son necesariamente el final del proceso como resultado de la relación con el cliente, sino el inicio de esa relación. Es la mejor acción de marketing que podemos hacer: ganarnos su confianza. Hoy en día, los clientes buscan ecosistemas de valor, valor auténtico, el que realmente perciben.
Por eso los clientes demandan experiencias. Lo que realmente buscan en el destino o servicio donde deciden pasar el mejor momento del año —sus vacaciones— son ecosistemas donde los diferentes actores trabajen para superar sus expectativas.
Según lo que he leído en el artículo de Sintetia, “es la confianza la que otorga consistencia a un ecosistema”. Según este foro, las claves de un ecosistema de confianza son:
- Su orientación a un propósito.
- La centralidad en las personas y la confianza digital.
Este artículo propone recetas sobre cómo deben ser las empresas para afrontar los desafíos actuales y sobrevivir. Lo que está claro es que ya no podemos enfocarnos únicamente en nuestros productos, sino en que el ecosistema sirva mejor a nuestra sociedad y, por supuesto, a nuestros clientes. Esto requerirá una mejor cooperación entre todos los actores, por diversos o dispares que sean. No seremos nada sin los demás. O quizá sí, pero no lograremos ser sostenibles ni viables a largo plazo.
No tengo ninguna duda de que este es el reto de la próxima década: lograr que tomemos conciencia colectiva. Sin sentirnos parte de un todo, difícilmente conseguiremos emocionar, superar expectativas, ofrecer experiencias memorables y, lo más importante, fidelizar a nuestros visitantes.
Como podéis leer, la participación en la mesa redonda me hizo reflexionar sobre si realmente somos conscientes de lo que nos jugamos en la próxima década. La sostenibilidad de nuestro sector es tan transversal que, si no estamos todos, no será nadie.
Depende de nosotros. No será por nuestra falta de esfuerzo que no lo logremos. Nuestro compromiso es, y será siempre, luchar por esta sostenibilidad colectiva. No tiene sentido si lo que hacemos no procura un bien común. Por eso, nuestra casa estará siempre abierta a las personas y empresas de buena voluntad que busquen el bien de todos y para todos.
¡Feliz 2020! ¡Feliz nueva década! Os lo deseamos de todo corazón.
Y ahora… ¡a bailar, que son dos días!
¿Quién habría imaginado que el baile terminaría en solo unos meses, y de la forma más abrupta que jamás hubiéramos podido imaginar? El ecosistema colapsó, y hoy, cinco años después, los resultados del estudio presentado ayer por la Diputación reafirman la relevancia de aquellas reflexiones.
«Out of the Box»: Innovación Abierta para Soluciones Transformadoras
[1] https://www.sintetia.com/el-poder-de-los-ecosistemas-drucker-forum-2019/
[2] https://www.mice-ociovital.es/es/actividades-de-team-building
[3] http://terrassa.seriousgamescamp.es/
[4] https://www.mice-ociovital.es/media/pdf/corporativa.pdf
[6] Volatility (V), Uncertatinty (U), Complexity (C) y Ambiguity (A).
[7] https://www.puromarketing.com/12/32949/nuevas-tendencias-neuromarketing-para.html
[8] https://www.ara.cat/societat/turisme-gentrificacio-creixer-delinquencia-Barcelona_0_2273172729.html